jueves, 13 de noviembre de 2008

"Tengo mucho susto pero voy a seguir con DMG"

Un día después de que se conoció sobre el desplome de Proyecciones Drfe y otra media docena de pirámides, los ahorradores del grupo DMG no tienen paz. Estella Marín(*) no ha podido dormir pensando lo que le pasaría si esta empresa llega a su fin.


Ella es habitante de Cajicá (Cundinamarca), de donde se dice que 80 por ciento de la población habría invertido en la empresa de David Murcia Guzmán.

Estella madrugó ayer a una de las sedes de la controvertida firma, en la calle 72 con carrera 11, en pleno corazón financiero de Bogotá. La idea: informarse de primera mano sobre lo que le espera a su "platica" después del desplome de pirámides en todo el país, los anuncios hechos por el Gobierno y el anuncio del General Óscar Naranjo sobre las ordenes de captura contra tres integrantes de la compañía, que ya estarían en firme.

Ella se arriesgó hace unos meses a tomar un crédito por siete millones de pesos al banco y hasta se atrevió a hipotecar su casa para invertir en la empresa de David Murcia, a quien lo califican como "un genio".

"Tengo mucho susto, pero voy a seguir con DMG. Me prometieron el ciento por ciento de mi inversión en seis meses", dice.

Cálculos de las autoridades indican que al menos 300.000 personas han depositado su confianza en esta compañía, aunque es claro que desde que el cierre de Drfe, los teléfonos de DMG no paran de sonar y los puntos de atención han recibido más clientes de lo normal.

A la oficina de Mocoa Putumayo llegó un alterado grupo de ahorradores para hacer efectivos los puntos de sus tarjeta prepago en electrodomésticos y así asegurar la inversión. Los ánimos se calmaron cuando un empleado de ese punto, "armado" con un megáfono les dijo que la empresa seguía adelante y que todo se trataba de una campaña de persecución por parte de un importante financiero del país para sembrar pánico en los inversionistas y acabar con la empresa.

En esa charla informal sostenida con los ahorradores también les dijeron que por tercera vez se vieron obligados a cambiar el nombre de la empresa. La primera razón social con la que se fundó la controvertida firma fue DMG, sigla que corresponde a las iniciales de su socio fundador, David Murcia Guzmán. Después se convirtió en Holding DMG y ahora se llama Zona T. Ellos argumentan que el cambio obedece a una cuestión de trámite para centralizar su operación comercial, mientras las autoridades aseguran que es una forma de hacerle ‘el quite’ a las investigaciones.

Ana Teresa Suárez(*) de 60 años, es otra de las inversionistas, quien pese a los exacerbados ánimos de la gente, parece tranquila. La razón es que el discurso a la hora de reclutarla le sonó tan convincente que no tiene porqué motivos para preocuparse. "Eso les pasa a las pirámides y no a esta empresa", dice doña Ana, quien se mostró dispuesta a participar en una marcha organizada por los propios directivos de la empresa desde el Parque hasta la Plaza de Bolívar el próximo viernes a partir de las dos de la tarde, como una muestra de apoyo para evitar la desaparición de la empresa.

Doña Ana, como cientos de usuarios del sistema financiero, se queja de los que califica como "impagables" créditos bancarios. "Los bancos cobran intereses muy caros y cuando uno se cuelga le rematan la casita", dice.

Antes de hacer su consignación, los potenciales clientes son sometidos a una conferencia en la que les dicen que están ayudando a la población de menores recursos para que mejoren su calidad de vida y que no crean en los ‘cuentos’ de los medios de comunicación porque todo se trata de un complot orquestado por los banqueros para desprestigiar a la marca.

Lo mismo le dijeron a Adriana Muñoz(*), una funcionaria de una empresa estatal que desde hace dos años invierte sus ahorros en esta firma. Ella asegura que quienes deciden invertir sus ahorros y los pierden “no son pobrecitos, porque quien se mete en ese negocio sabe a lo que juega. Se trata de ganar o perder”.

Para la presidenta de la Asociación Bancaria, Asobancaria, María Mercedes Cuéllar, "el colombiano es jugador por excelencia” dice y por eso se le mide a hacer inversiones en empresas que no son vigiladas por la Superintendencia Financiera. “Ahí les pagan deacuerdo al riesgo que corren", agrega.


Hasta el FBI tras de la pista
El ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, afirmó que el gobierno colombiano le pidió al FBI que le ayude a descubrir de dónde salen las jugosas ganancias que la firma DMG le paga a sus inversionistas. Esta fuerza se une al bloque de búsqueda colombiano conformado por la Fiscalía, Dian, Uiaf, Superintendencia Financiera y la Policía Nacional. Parece que las pesquisas hasta ahora empiezan a dar resultados, según los anuncios hechos por el General Naranjo quien asegura que ya hay indicios para proferir orden de captura contra funcionarios de DMG.


Después desde cualquier lugar del mundo
Mientras las autoridades colombianas enfilan baterías para encontrar de dónde provienen los recursos y que David Murcia Guzmán ha definido como “la fórmula de la coca cola”, la organización prepara su lanzamiento en Panamá el próximo 29 de noviembre. De acuerdo con el abogado Mario Serrato uno de los integrantes de la firma de Abelardo de la Espriella, al evento van a asistir banqueros de Panamá y Latinoamérica y será amenizado por el grupo mexicano Maná.

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