lunes, 10 de noviembre de 2008

J&J Clean Ltda se desplomó en Neiva y estafó a miles

Luz Stella Díaz es madre soltera y decidió hipotecar su casa para hacer parte de J&J Clean Ltda, una captadora de dinero que opera en Neiva desde hace un año.
Sus amigos y parientes la invitaron a vincularse, porque según ellos les había dado dividendos del 150 por ciento en seis meses. Sin embargo ayer, que fue a recibir la cuota de los intereses, la entidad estaba cerrada, bajo llave y no hubo atención al público.
Como ella, se encuentran 1.000 ilusos ahorradores en Neiva que depositaron dinero en espera de recibir los intereses, y ahora nadie les responde.
Algunos invirtieron sus ahorros, otros se endeudaron con la ilusión de conseguir mucho dinero.
“Uno sabe los riesgos, pero es que el que no arriesga un huevo no se gana un pollo; pero no vamos a permitir que nos dejen sin nada, por lo menos que nos devuelvan lo que invertimos. Además, uno también queda mal, porque uno invita a más gente y mire”, expresó una de las afectadas.
La captadora de dinero inició en la calle 10 entre carreras séptima y octava, en el centro de la ciudad; allí permaneció alrededor de ocho meses y desde hace cinco se trasladó a las modernas oficinas en la calle 21 con carrera Novena.

“Recogieron todo”
María Clementina Carvajal es otra de las afectadas que llegó desde tempranas horas de la mañana porque un familiar le contó “que esa empresa había recogido todo”.
“No sabemos nada, yo solo recibí una llamada de un familiar que me dijo que viniera, porque el cuento era que iban a recoger todo, y que devolvían la plata. Metimos la plata fue porque la necesitábamos, y ahora está cerrado, nadie da razón de nada. Invertí dos millones de pesos y en cinco meses recuperaba el dinero; a mí me pagaban 100 mil pesos mensuales. La plata no está detrás de la puerta, está difícil para conseguirla, soy viuda y pues no sé qué hacer”, indicó Carvajal.
Dentro de los afectados se encuentran algunos pensionados y oficiales del Comando de la Policía Huila.
En la entidad recibían cómo valor mínimo 500 mil pesos y no había tope máximo; algunas personas invirtieron dos, cinco, diez y hasta 80 millones de pesos.
Aunque en sus inicios pagaban el 100 por ciento, últimamente pagaban entre 150 y 200 por ciento a los seis meses de la inversión.
Según indicaron a LA NACIÓN algunos de los “ahorradores”, el jueves y viernes atendieron normalmente, pero desde el sábado no hubo atención.
“Operan así, uno llevaba el dinero y el 90 por ciento se lo devolvían en efectivo y el 10 por ciento restante le daban a uno artículos para aseo como champú, gel, jabón líquido o en pasta o en otros productos como edredones, lavadoras, celulares, neveras, perfumes y estufas”, indicó otro de los afectados.

Datos
LA NACIÓN conoció los contratos que la entidad entregaba a sus clientes bajo el nombre de “Contrato de Asociación para la producción y comercialización de productos de aseo”, en donde dejaban constancia del valor recibido y se identificaba al inversionista. Al parecer la sociedad fue constituida el 11 de mayo de 2007 y operaba en Zipaquirá; de esta forma se recogían los dineros, aunque según el documento se dedicaban netamente a la producción y comercialización de productos de aseo industrial y tocador.
Sin embargo, J&J Clean Ltda tiene 20 sucursales en el país, en sectores como Zipaquirá, Ibagué, Sogamoso, Tunja, Bogotá, entre otras.
“Nosotros no nos vamos a dejar estafar, tenemos que hacer algo; si bien no nos devuelven todo, pero sí lo que invertimos inicialmente”, puntualizó una de las víctimas.

Así eran los contratos que la empresa entregaba a los usuarios con firma del representante legal.

“No sé qué responderles”
LA NACIÓN dialogó con Leonardo Cuenca, un ex policía que se desempeñaba como gerente de J&J Clean en Neiva desde hace dos meses. Cuenca indicó que denunciará al representante legal de la empresa, Jorge Aurelio Bolívar Vásquez, porque desapareció y no aparece con el dinero.
“Abrí el jueves, viernes y sábado pagando normalmente, como mucha gente lo sabe. Me quedaron unos pagos muy corticos por hacer, que mensualmente no me suman más de 20 millones de pesos. Pero la gente, con el inconformismo, quiere que le definan qué está pasando, saber si les devuelven su capital, que es lo que no sé decir porque el representante legal no da la cara”, indicó Cuenca, quien agregó que el representante legal no responde a los celulares.
“No sabemos ni qué decirle al público, si esto se quebró o no. No sabemos, porque hoy debería estar la plata que se debe pagar en las agencias. Y son varias que no han pagado. Me encuentro en Bogotá, estamos con otros directores a nivel en la Fiscalía especializada país denunciando al representante legal, para que las autoridades intervengan en la situación”, manifestó el gerente de Neiva, quien expresó que volverá a esta capital en los próximos días.
“Esto ya se nos salió de las manos, igual me devuelvo para Neiva para tratar de hablar con la gente después de que la Fiscalía nos defina cuál es el procedimiento a seguir”, puntualizó Cuenca.

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